Entre la Comunicación Política y la Política de Comunicación

La comunicación política abarca a toda aquella comunicación bidireccional o multidireccional que busca influir en las decisiones políticas de los ciudadanos. Tomando en cuenta que el entorno político es el espacio de lo público, la política es el proceso de toma de decisiones que impactan directa o indirectamente a un colectivo, que debe acatarlas, mientras la «política de comunicación» no es más que el proceso a través del cual los actores que participan de esa toma de decisión planifican y trazan estrategias para comunicarse eficiente y efectivamente con esas audiencias a las que buscan influenciar.

La comunicación política y la toma de decisiones

La comunicación política es la correa de transmisión de los aspectos clave del proceso de toma de decisiones, desde el momento mismo de presentar una opción electoral, hasta en las situaciones donde es necesario comunicar las medidas adoptadas por un sistema de gobierno y que deben ser internalizadas por un colectivo heterogéneo y complejo. No es exagerado afirmar que el manejo de las comunicaciones es un aspecto medular en el éxito de la gestión de gobierno. El que comunica identifica muy bien dónde está su audiencia y en base a esta información, elige los mensajes a transmitir, el enfoque, el tono y los medios a través de los cuales los hará llegar. Establece el seguimiento y monitoreo del impacto de su accionar y toma los correctivos de ser necesarios en el tiempo y el espacio que corresponda. Esta acción coherente en el tiempo y ejecutada de manera permanente y planificada es lo que se llama «política de comunicación».

Desde tiempos remotos las civilizaciones han empleado diversas técnicas para que sus mandatarios o aspirantes a serlo pudiesen dirigir sus mensajes al público. Sin embargo, a partir de la segunda mitad del siglo XX la comunicación política comienza a profesionalizarse y a convertirse en objeto de estudio para alcanzar metas específicas a través de la difusión de mensajes. Para lograrlo, sin duda, es necesario que esta tarea esté en manos expertas en el área, que conozcan sobre comunicación, opinión pública, marketing, relaciones diplomáticas y por supuesto, política.

La comunicación política y dentro de ellas la «política de comunicación» que equivale a la estrategia, son herramientas fundamentales para cualquier gestión institucional y de gobierno, por lo tanto, no puede ser improvisada ni estar anclada a la situación emocional de los equipos de trabajo de turno. Por el contrario, debe estar fundamentada en un plan estratégico tejido junto a los lineamientos de la gestión para informar sobre los avances y temas de interés colectivo, siempre dentro de la misma línea discursiva establecida previamente. Se trata de un plan que debe ser manejado con prudencia y sensibilidad pues además de transmitir un mensaje a una audiencia, se trata también de establecer relaciones con los encargados de difundir el mensaje (los medios de comunicación) e incluso con quienes de la audiencia sean adversarios políticos.

Elementos que comunican en política

En cualquier discurso todo comunica. Las palabras hacen su parte, pero la actitud, la imagen e incluso los silencios también pueden decir más sobre todo cuando se trata de personajes expuestos mediáticamente como es el caso de los políticos y gobernantes. El interés por perfeccionar la labor en comunicaciones políticas queda evidenciado en la celebración de la Cumbre Mundial de Comunicación Política, donde profesionales del área se reúnen y deliberan sobre la importancia de esta tarea y afinan sus herramientas para comunicar cada vez de forma más efectiva.

Para lograr una comunicación política honesta y efectiva, es necesario tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Reunir a expertos en el área de las comunicaciones, el marketing y la política para definir una estrategia comunicativa y ponerla en marcha. Es importante evaluar la trayectoria de las personas seleccionadas y confiar en la calidad de su trabajo.
  • Elaborar una línea editorial maestra de donde se deriven subsiguientes planes de comunicación para abordar diversas temáticas. Lo importante es que el plan maestro funcione como una guía básica.
  • Tener en cuenta las temáticas principales que se van a abordar bajo la línea editorial maestra y en caso de ser necesario, reunir a expertos en cada área que enfoquen los temas de la manera más adecuada y aporten luces en la estrategia elaborada por el equipo de comunicaciones. De igual manera, es importante anticipar cuáles temáticas podrían ser abordadas a petición de la audiencia o la agenda mediática.
  • Seleccionar los canales y medios de comunicación a usar para transmitir el mensaje, el tono y la frecuencia del mismo.
  • Elaborar un plan de contingencia de actuación frente a cualquier crisis comunicacional surgida. Debe ser una guía clara y concisa para evitar errores.
  • Unificar criterios en cuanto a la imagen del tren gubernamental. Esto es aplicado para las comunicaciones audiovisuales, las propagandas políticas y cualquier forma en la que la imagen sea expuesta ante la audiencia.

Fuentes consultadas

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