Espacios lúdicos para cultivar la Resiliencia de los Gerentes de hoy

En medio del apagón que por segunda vez deja sin servicio eléctrico a toda Venezuela, fui a visitar a mi primo Juan Carlos Cedillo. Él es gerente de una empresa multinacional que aún cree en mi país y se mantiene operando en Caracas.

Juan es una de esas personas que siempre sonríe y que cuando te abraza te hace crujir los huesos. Juan, es esencialmente resiliente. Hoy me animo a dejarles una enseñanza gerencial que me dejó esta visita.

La resiliencia de los gerentes según mi primo Juan

Fue ante todo una visita feliz… además de prestarme su electricidad para cargar mi laptop y poder trabajar, me prestó su luz interior y me enseñó una de sus estrategias para ser el extraordinario gerente que es. Me mostró su espacio lúdico… una serie de rompecabezas, algunos de madera y otros de metal, que resuelve con mucha destreza y desenfado, pero me advierte «ese es el resultado de intentarlo muchas veces».

Acto seguido nos lo reparte, a mi y a parte de «la banda» que me acompañó en esta visita, fueron 40 minutos o más de un aprendizaje acelerado.

¿Qué me enseñó resolver el rompecabezas con Juan? Esto es lo que aprendí del arte de armar rompecabezas:

  1. Que es un reto que decides tomar y resolver. Por ejemplo, yo decidí quedarme en mi país y apostar por él, a pesar de todo. Ese es mi reto, vivir aquí de la mejor manera posible. Nada más parecido a armar un rompecabezas.
  2. Que a veces resolver el conflicto o la situación, lleva tiempo. Hay que aplicarle mucho de lógica, pero también intuición. A ratos hay que «soltar» y retomarlo más tarde, con cabeza fría, respirar y regresar. A veces por suerte, lo resuelves a la primera, pero ¿que caso tiene no entender que hiciste y cómo lo hiciste?
  3. A veces dudas si tendrá solución. Pero aún así sigues intentando. Y entiendes que «Todo» ¡tiene solución!. A veces la solución no es aparente. La situación se torna compleja, ¡te desanimas! pero no te rindes y pasas al «si se puede».
  4. Reconoces tu umbral de frustración. ¿Cuan tenaz eres? ¿Renuncias a la primera? o confías en ti y vuelves a intentar?
  5. Te ayuda a meditar y estar más concentrado.
  6. Baja la presión.
  7. Aumenta la autoestima. Si te esfuerzas, sin presionarte, al lograrlo te sientes satisfecho y sientes que subes un nivel.
  8. Ejercita la creatividad. Te invita a pensar fuera de la caja.
  9. Te convierte en mejor persona!
  10. Aunque es una actividad personalísima, a ratos puedes pedir ayuda y reírte de tus torpezas, o celebrar tu inteligencia.
resiliencia de los gerentes - Juan

Me encantó la estrategia de Juan… ojalá todos los gerentes pudieran cultivar sus espacios lúdicos como manera de aprender a ser resilientes, a manejar conflictos y en fin, ser mejores personas. Con la sonrisa profunda y fácil de mi primo Juan, a quien dedicó este post!

Te quiero inmenso!!!

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