¿HA MUERTO LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA?

«La sostenibilidad ha dejado de ser una conversación paralela dentro de las organizaciones y ha pasado a ser parte de la estrategia de negocios«

Toni Ballabriga, Director Global de Negocio Responsable de BBVA en The Global Chief Corporate Officer, junio 2024.

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) tuvo un auge significativo en el mundo hacia finales de los años 80 y durante las sucesivas décadas. Las grandes Corporaciones creaban sendas fundaciones y departamentos dedicados a los cuales asignaban parte de sus recursos a desarrollar planes y programas para apoyar causas sociales y medio ambientales a través de las cuales recibían una deducción en impuestos, cumplían expectativas del regulador, de accionistas e inversionistas y ganaban en reputación e imagen.

Muchas empresas se enrolaron en la RSC siguiendo la tendencia del momento y aunque se convirtió en una buena práctica y un valor añadido a su negocio operativo, esta la mayor parte de las veces, no formaba parte de la gestión total de la empresa y nada tenía que ver con una verdadera implicancia en los temas que ya en el mundo global se visualizaban como estratégicos y demandantes.

SINCERANDO LA RSC

No faltó la Empresa que usara la RSC como una estrategia de marketing para fingir estar comprometidas con el cuidado del medio ambiente, la inclusión o acciones como la solidaridad social y el deporte para captar a más clientes y obtener su preferencia. Sin embargo, lejos estaban de cumplir los preceptos que declaraban en las páginas web y en sus comunicaciones externas lo que derivó en una fuerte pérdida de confianza.

La ola del cambio llegó y en los últimos 20 años el cuento es otro. Los grupos de interés (stakeholders) se han articulado demandando cambios reales, el escrutinio público, la cancelación en las redes, la viralización, el boicot, han puesto un freno al “greenswashing” y al “purplewashing” entre otras prácticas empresariales percibidas como “engañosas”.

LA REVOLUCIÓN DE LA CONCIENCIA

Pero quizás el cambio más significativo la elevación de la conciencia de las grandes marcas. Muchas mutinacionales están dando un giro de 360º y ya no por la presión externa de los stakehokders.

El cambio climático, el uso de los recursos naturales y el crecimiento inclusivo, ha pasado a ser la conversación obligada en los grandes directorios empresariales y foros económicos del mundo, causando una verdadera revolución de conciencia. Ahora hablamos de SOSTENIBILIDAD y criterios de ASG o ESG (Ambiente-Social y Gobernanza)

Uno de los casos que conocimos en el marco de The Global Chief Corporate Officer fue el de BBVA en el que ya no existe más el “Departamento de RSC” y en su lugar la SOSTENIBILIDAD y la INCLUSIÓN han pasado a ser parte de un a política general de actuación corporativa situada en el core del negocio. Veamos.

BBVA: LA RESPONSABILIDAD SOCIAL ES PARTE DEL “CORE” DEL NEGOCIO DE LA BANCA

BBVA reformuló su política de responsabilidad social corporativa dejando de lado el tratamiento tangencial y departamental de la misma.

Toni Ballabriga, director Global de Negocio Responsable de BBVA, señaló que, la sostenibilidad ha dejado de ser una conversación paralela dentro de las organizaciones y ha pasado a estar en el “core» del negocio. Según explica, la transformación sólo será posible por dos factores; si es justa y económicamente viable.

El razonamiento se apalanca en una cifra por demás impactante: 275 trillones de dólares son necesarios para lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050, para alcanzar esta meta, se requieren inversiones significativas en los próximos 5 a 10 años.

Para Ballabriga esto constituye una enorme oportunidad de negocios para el sector bancario al proponerse desde su propia transformación, financiar parte del capital que requerirán las Empresas para la transformación de sus procesos.

Igualmente, en materia de inclusión también hay oportunidades que llevan a estrategias “ganar-ganar”.  Señala que actualmente 1400 millones de adultos requieren ser bancarizados y la estrategia de BBVA es “no dejar a nadie atrás”.

UNA GESTIÓN DE INTAGIBLES QUE AGREGA VALOR

BBVA forma parte de los principales índices de sostenibilidad a nivel internacional, entre los que destacan MSCI ESG Leaders Index, FTSE4Good Index, Euronext Vigeo Index Eurozone 120 y los índices Ethibel Sustainability Excellence Europe y Global. La entidad financiera también integra el índice Bloomberg de igualdad de género. Además, ha obtenido una calificación B en el último análisis de CDP Climate Change.

En acción climática, BBVA duplicó el año pasado su objetivo de financiación sostenible desde los 100.000 millones de euros hasta los 200.000 millones, que pretende movilizar en el periodo 2018-2025. La entidad financiera dejará de financiar el carbón en 2030 en los países desarrollados y en 2040 en el resto.

BVA forma parte de La Alianza de Banca Net-Zero (NZBA) compuesta por más de 144 bancos líderes a nivel mundial que se han comprometido a financiar acciones climáticas ambiciosas y a lograr que la economía real alcance emisiones netas de gases de efecto invernadero igual a cero para 2050.

BBVA ha obtenido la distinción de oro dentro de la industria bancaria en el anuario elaborado por S&P, analista del ‘Dow Jones Sustainability Index’ (DJSI, en sus siglas en inglés), ranking en el que el Grupo asciende a la 1ª posición como banco más sostenible a nivel mundial en 2021.

Como el de BVVA hay muchos ejemplos de Empresas que están apostando muy fuertemente por la sostenibilidad, sin dudas serán las mejor evaluadas en los estudios de reputación global y las mejor posicionadas en el mercado y valorada por sus clientes.

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