Había una vez en Venezuela Agencias de Comunicación y PR que eramos felices y no lo sabíamos

Serie: Agencias de Comunicaciones en tiempos de disrupción.

Si, ocurrió hace dos décadas e incluso un poco más atrás. Latinoamérica era terreno fértil para la comunicación corporativa y sus protagonistas: las Agencias de Relaciones Públicas (PR). Era la época en que las grandes corporaciones volvían sus ojos al, todavía «¿nuevo continente?» y emulaban la acción del navegante: Vinieron por la conquista del mercado. Un mercado, cuya economía, según cifras del Banco Mundial, era la tercera más grande y potente del mundo. ¡Lógico que todos quisieran estar!

Las grandes transnacionales estaban aquí, en mi caso, en Venezuela. Estas corporaciones conocían bien el valor tangible e intangible de una acción comunicacional bien llevada y apostaban a tener equipos locales con conocimiento crítico del entorno, capaces de acompañarlos en un terreno desconocido en el que se enfrentaban a un consumidor hambriento de novedad, esnobista y aspiracional. También a los males de nuestra región, la corrupción de un sistema que los colocaba en la mira de algún político malintencionado generando grandes crisis que podrían afectar la reputación y echar abajo un negocio. 

Era la época en que sobraban medios de comunicación y el cerco mediático aún no se había cerrado. Planificar giras a los canales de televisión, ir a programas de radio, diseñar ruedas de prensa y eventos para los medios, viajes extra-fronteras para asistir a un lanzamiento de producto, era lo cotidiano. También lo era diseñar políticas de responsabilidad social, porque claro, cuando llegas a un país, una buena forma de ganar visibilidad es haciendo networking con los actores sociales, creando acciones poderosas en pro de esa sociedad, mejor dicho, de ese mercado. La contribución social hechas por las grandes empresas generaban un impacto positivo indiscutible y le reportaba a estas, ganancias en la imagen de «ciudadano corporativo». Era una relación ganar-ganar, con sus excepciones, claro está.

Para finales de los 90, las redes ya comenzaban a ganar terreno en el espacio mediático. Comenzó la censura, el debate político se hizo rudo y resonante y se mudó al entorno 2.0. No obstante, a pesar de todo, había aún un sistema institucional de medios y los periódicos lo comprabamos a los pregoneros en los semáforos. Duró poco esto último.

Fue esta la mejor época de Sinergia Global, mi empresa, una Agencia de comunicación mediana en la que competimos a brazo partido con las grandes agencias mundiales de comunicación. Muchas veces izamos la bandera en importantes licitaciones y logramos estar a la par de esas grandes estructuras con músculo financiero, que al igual que nosotros, en Sinergia, tenían una visión clara de lo que es hacer COMUNICACIÓN de cara a conseguir mayores ventas, mejor awareness y recall de marca. Esa era la jerga, la narrativa que dominaba nuestra actividad.

Pero como siempre suele pasar, nada dura para siempre. Le dieron las 12 al reloj de  la Cenicienta. A finales de 2008 la crisis económica de Estados Unidos y Europa golpeó a Latinoamérica. El comercio mundial se tambaleó ocasionando una disminución de los flujos de capitales hacia nuestra región. Las transnacionales se mudaron a los países vecinos, los medios cerraron, las Agencias de PR también «tiraron la toalla» y se fueron tras el cliente. La región se contrajo y esto se sumaron los conflictos políticos y económicos que se agudizaron en nuestros países. 

Llegó la disrupción y la reconfiguración del mercado.

Las Alianzas estratégicas y la transformación digital como respuesta.

Ante este complejo entorno, muchas empresas con visión limitada, cortaron las partidas presupuestarias dedicadas a las comunicaciones como primera medida de supervivencia, para luego darse cuenta que si algo no podían hacer era precisamente, dejar de comunicar. Las Agencias en respuesta a ello nos reinventamos. 

La transformación digital surgió como la panacea de muchas para mantenernos en los convulsos mercados latinoamericanos. El networking se hizo necesario. El mercado pasó a ser global. El cliente estaba en cualquier punto del planeta, así como también, el recurso humano que da servicios y pone su conocimiento a la orden de quien lo demanda. Entender eso, visualizar extra frontera, me llevó a reinventar a Sinergia, transformándola en una estructura más ágil y dinámica, capaz de generar alianzas en pro de potenciar los servicios que ofrecemos.

Sinergia Iberonet es una agencia virtual basada en el concepto del networking que permite prestar servicios profesionales enfocados en resultados. Creemos en el pensamiento estratégico y ágil para operar en ambientes de altísima incertidumbre, después de todo el entorno cambia a cada minuto, lo que planificaste ahora, lo más probable es que no funcione al rato.

SinergiaIbero.net, no tiene sede física, pero celebra reuniones presenciales porque los espacios son cualquiera en el que nos sintamos confortables y cuidados. Nos gusta mirar a los ojos a nuestros clientes y escuchar con los 5 sentidos. Nuestros clientes son aliados de aprendizaje que están en cualquier punto del mundo y nos apalancamos en la tecnología para vencer las distancias. Nos gustan las alianzas. No tenemos empleados, pero sí tenemos equipo: los mejores profesionales en sus áreas capaces de dar resultados de calidad que satisfacen las necesidades de quienes nos premian con su confianza.

En esta oportunidad quisiera compartirles la visión que de la comunicación estratégica,  el marketing y la Responsabilidad social tenemos en Sinergiaibero.net vista a través de nuestros aliados. Aquí la primera entrega de esta Serie: Agencias de Comunicaciones en tiempos de disrupción.

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