Redes sociales en tiempo de conflicto.
Aprovechar lo mejor de la red y lograr regularla a favor de la verdad, pasa por elevar el nivel de conciencia y responsabilidad ciudadana, pues en la medida en que haya una comunidad de usuarios con buena educación, con criterio y en ejercicio pleno de su ciudadanía, se reducirán los índices de manipulación y la viralidad de las noticias falsas. Esta es la estrategia más eficiente contra la hegemonía comunicacional que intentan imponer los gobiernos autocráticos en plena era digital.
La re-configuración del mapa de medios de comunicación mundial modificado a la luz de la aparición de las redes sociales ha cambiado en 180º la forma como consumimos información. Modificando nuestro comportamiento social y la manera de relacionarnos con los centros de toma de decisión política y ciudadana.
El impacto de las redes sociales en la política es contundente. Su relevancia parte del hecho de que cada vez más son utilizadas como herramientas o armas de movilización ciudadana, de creación de matrices de opinión capaces de aprobar o hacer retroceder decisiones de gran trascendencia mundial.
La red ha pasado a ser el ring de boxeo de los contrincantes políticos. La tribuna parlamentaria desde la que se pronuncian discursos en pro de una posición determinada, la oficina de prensa desde la que se emiten declaraciones oficiales, la oficina del partido que convoca consultas ciudadanas, cabildos, marchas, recolección de firmas o el Despacho desde el que el Presidente de una nación anuncia medidas ejecutivas que pueden cambiar el mundo. Siendo así, estamos asistiendo a la POLITICA 2.0. Un fenómeno al que bien vale la pena poner la lupa sin la expectativa de poder conocerlo en toda su extensión en apenas unas líneas. En este breve texto me referiré en particular en los pros y los contras del gobierno virtual, de la forma de hacer política y de que sitio ocupa el ciudadano, en medio del debate 2.0.
Los pro del uso de las redes sociales como armas de comunicación política
La poca regulación que todavía existe en el mundo online, la ubicuidad y el carácter libre, descentralizado y multifuncional de las redes sociales, impide que esta pueda ser controlada. Convirtiéndose en espacios de difusión, información y debate de una sociedad entera.
En países en donde la libertad informativa y de expresión se han visto vulneradas y no existen medios de comunicación regulares como formadores de opinión, las redes sociales como Twitter, Facebook, Instagram, YouTube. O aplicaciones como WhatsApp y los medios digitales se han transformado en la alternativa de los ciudadanos, para acceder a la información, especialmente en momentos de tensión y conflictos político-social.
El ciudadano ha pasado a ser parte del equipo reporteril de muchos medios. La inmediatez de la noticia le ganó a la travesía del periodista para llegar a la redacción y preparar la nota antes del proceso de producción, lo cual ya no se justifica. En materia de información, la mesa siempre está 24x7x365 días.
Pero tanta información disponible, en un buen porcentaje con bajísimos estándares de calidad propios de un «chisme», un rumor o un «fake» podrían convertir el banquete en una intoxicación masiva. Pues al tener un menú tan rico y variado escoger pudiera resultar cuando menos confuso y exigente y el platillo puede no ser el mejor. ¿De quién es la responsabilidad de regular y garantizar que la red este a favor de los intereses más altos de una nación o de los ciudadanos?
Aprovechar lo mejor de la red y lograr regularla a favor de la verdad, pasa por elevar el nivel de conciencia y responsabilidad de la ciudadanía. En la medida en que haya una comunidad de usuarios con buena educación, con criterio y en ejercicio pleno de sus derechos políticos, se reducirán los índices de manipulación y la viralidad de las noticias falsas, o «fakes news».
¿Cuántos usuarios saben que, si reportan a un usuario de Twitter por contenidos tendenciosos o generadores de falsos positivos, este puede ser sancionado? ¿Cuántos toman acción para verificar la fuente de información de donde proviene la noticia antes de darle un retuit o compartir?. Pues bien, el gran regulador es la comunidad misma: la acción en la red cuando se es usuario, nos da derecho, pero a su vez también conlleva deberes que como ciudadanos debemos asumir.
Los contra…
La comunicación 2.0 ha estado sometida a juicio pues en tiempo de crisis y conflictos políticos, no sólo se muestra el rostro amable de la red. Sino que éstas con su inmediatez, su facilidad de uso, también son convertidas en verdaderas armas de guerra. Desde las que se practica la manipulación, la desinformación y el bullying 2.0 para destruir reputaciones y crear falsas imágenes. Impactando de manera importante el ideario político de todo un pueblo. La red se nos antoja así como TODOPODEROSA.
¿Estamos más y mejor informados ahora?
La repuesta a esta pregunta pasa necesariamente por hacer algunas consideraciones muy personales para sustentar una hipótesis: Tenemos más información, pero no necesariamente tenemos una sociedad mejor informada.
En primer término, la inmediatez sugiere que la noticia es ya y debe transmitirse al momento que se produce. La velocidad a la que se esparce la noticia, el fenómeno de la «viralización» impone un ritmo que puede llegar a saturar de información al ciudadano y a plantearle nuevos retos a los reporteros. El afán por la primicia y «el tubazo» lleva implícito un altísimo margen de error que cuando se comete, alguien tiene que pagar y por lo general lo hace la sociedad entera. Muchas veces, confiando en la fuente reporteril, difundimos noticias falsas que posteriormente es imposible desmentir cuando estas se incorporan a la autopista de la información. De aquí la responsabilidad que sobre sus hombros tienen los llamados «influenciadores y/o influencers».
En segundo término, está la manipulación mediática de los bandos en pugna alimentando matrices de opinión a conveniencia. En la red se libra una batalla campal en medio de la cual está el ciudadano quien se enfrenta a esta vorágine con desconfianza, temor, inquietud y adicción. Sufriendo un profundo impacto en su desempeño psico-afectivo, creando un exceso de estrés que afecta las relaciones con su núcleo familiar y social.
La creación de cuentas robots, palangrismo digital, bullying están a la orden del día. Burlar el cerco mediático ha convertido a los ciudadanos en especie de hackers y programadores que saben ya de cambiar los vpn’s y las configuraciones de red para acceder a los contenidos que le interesan.
El afán desmedido de la hegemonía comunicacional que ostentan los gobiernos con tendencia autocrática, ponen cortapisas a la información en la red. Usando mecanismos para ralentizarlas, cortando la electricidad, creando bots que generan falsas matrices de opinión para hacerse del favor de la opinión pública y bloqueando el acceso a los pocos medios de líneas editoriales adversas a la ideología política que intentan imponer. Afortunadamente el intento de control no ha podido acallar la voz disidente y la posibilidad de participación de todos los actores que quieran expresarse. Una vez más es el CIUDADANO activo tiene un rol protagónico en denunciar, protestar y buscar mecanismos de acción que permitan restablecer el derecho a la libre información cuando este es vulnerado.
En conclusión, el poder de las redes sociales como medios de información e influencia política es incuantificable. Este poder puesto a la orden de los más elevados ideales de la nación y de objetivos políticos altruistas impulsan el desarrollo y el progreso y pueden ser agentes de cambio ciudadano.
Pero también la red es el lugar donde convergen multiplicidad de intereses y actores con agendas políticas ocultas que derivan en manipulación y crean corrientes de opinión tendenciosas, estrategias que se alimentan del bajo nivel de análisis y alta ignorancia que exhiben ciertos usuarios.
¿Cómo reconocer y cómo apoyar el uso positivo y progresista de la red en medio de un conflicto político? ¿Cómo evitar manipular y ser manipulado? La respuesta es simple: la Educación, a mayor nivel de conciencia social, de criterios que alimenten juicios de valor justos y equilibrados, en esa medida nosotros, los CIUDADANOS podremos sacar lo mejor de la red y compartirlo con otros, elevando el aprendizaje colectivo que se traduzca en autorregulación responsable.
Comunicador social egresada de la Universidad Católica Andrés Bello-Caracas-Venezuela (1990). Especialista en entrenamiento de voceros, Comunicación No verbal y planificación de procesos de Comunicación Corporativa. Coach de crecimiento del Instituto Lifeforming Leadership Coaching (USA) y Coach de Emprendimiento de Start CoachingLa.
Con una trayectoria de 30 años dedicada al mundo de la comunicación corporativa, ha sido Jefe de Prensa del extinto Congreso de la República de Venezuela (1994), Gerente de Planificación de la Agencia Pizzolante Comunicación Estratégica. Por más de 15 años lideró su propia Agencia, Sinergia Global Mr. CA manejando cuentas corporativas de empresas trasnacionales líderes en tecnología: Motorola, Intel, Panda Software y la multinacional de artículos de escritura Faber-Castell.
Desde 2016 lidera SINERGIAIBERO.NET, una agencia virtual basada en el concepto de networking que presta servicios en la región iberoamericana.
Carmen Yolanda se dedica a acompañar a otros profesionales a desarrollar su potencial de comunicación para construir relaciones de trabajo positivas y desarrollar una atmósfera de equipo de apoyo.
Está certificada por Knesix™ para desempeñarse como especialista en comunicación no verbal e impartir consultoría a nivel local e internacional como Embajador de la Universidad Corporativa de la Fundación Lenguaje Corporal – Knesix Institute.
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