Conectar a través de Internet el reto más grande de los profesionales de hoy

El mundo definitivamente cambió. La mayoría de la población mundial hace vida en el ciberespacio y la habilidad de trabajar y relacionarse a través de las plataformas digitales, más que una opción, pasó a ser un “indispensable” para los profesionales y trabajadores de todas las áreas, sobre todo con la aceleración de la interacción virtual que trajo consigo la pandemia.

Según el informe Digital 2021 elaborado por las empresas españolas Hootsuite y We Are Social, se estima que un porcentaje cercano al 60% de la población mundial, 4.660 millones de personas, son usuarios de Internet, 4.200 millones usan redes sociales. Este mismo informe reporta que entre 2020 y 2021 la plataforma de reuniones virtuales, Zoom cuadruplicó su facturación.

MUDADOS A LA RED SIN POSEER LAS HABILIDADES: UN ERROR QUE SE PAGA CARO

La crisis del Covid19 abrió la compuerta de la automatización de procesos de comunicación personal y cual cohete, nos lanzó a todos al ciberespacio. Sin mediar preparación alguna. De pronto, los profesionales nos vimos frente a la pantalla del computador dando “patadas de ahogado” aprendiendo a comunicarnos a través de la red con más intensidad,  sin aviso y sin protesto.

Si bien los nativos digitales, la generación millennials y las que siguieron surfearon la ola del cambio más rápido que cualquier profesional de carrera, un porcentaje significativo de la población, los llamados inmigrantes digitales, no ha reaccionado tan rápido.

Parlamentarios, docentes, médicos, consultores y coaches, ejecutivos, estudiantes, ingenieros, todos nos vimos impelidos a transformarnos en comunicadores digitales.

Muchos aceptaron el reto de incorporarse al mundo digital sin tener las habilidades y competencias necesarias para hacerlo. La evidencia de que no estábamos preparados son las tremendas “metidas de pata” que se han hecho virales y quedarán como testimonio y anécdotas de la transformación digital obligada por la pandemia del 2020-2021. Un parlamentario argentino que, en una importante sesión virtual con el mundo como espectador, tuvo la impericia de dejar conectada su cámara y en vivo y directo mostró escenas sexuales con su pareja, costándole este error su carrera de toda la vida. O el caso de la transmisión en vivo de una audiencia judicial virtual en Texas en la que un abogado apareció con el filtro de un gato en la pantalla de Zoom. Todas impericias tecnológicas que tal vez pudieron ser evitadas.

Todos los días mi correo se inunda de invitaciones a master class, webinars, IG Lives y conversaciones de trabajo por video, muchas de las cuales dejan mucho que desear.  Es triste ver a muy buenos consultores, académicos, coachs, abogados, profesionales de otras ramas, que gozan de extraordinaria reputación, que tienen contenidos poderosos, pero que al realizar intervenciones virtuales  producen una profunda decepción. ¡NO CONECTAN! y dejan una imagen de “descuido”, poco profesional.

GERENCIANDO LA RESISTENCIA AL CAMBIO

Si algo está claro, es que la comunicación digital llegó para quedarse, lo que hace  necesario desarrollar competencias para comunicarnos a través de la red, so pena de dejar pasar el autobús del progreso.

Al día de hoy creemos que una buena parte de la comunidad profesional está experimentando una altísima resistencia al cambio tecnológico. Una breve consulta  realizada por el equipo de Sinergia a un grupo de profesionales sobre su desempeño frente a las reuniones virtuales a través de zoom, reporta que son frecuentes los quiebres emocionales frente a la pantalla: escenas de llanto, ansiedad, estrés, todo lo cual condiciona la calidad de la comunicación generando desgano y frustración. No es para menos si consideramos la ausencia de preparación para lidiar con imprevistos, como la caída de la conexión, o la impericia del manejo de la plataforma, por tan solo mencionar dos.

¿Por qué está pasando esto? Pensamos que la velocidad de la exigencia de migrar al teletrabajo impidió a muchos asimilar la transición a la era digital y su enorme impacto sobre nuestra vida. Muchos no hemos recorrido la curva de aprendizaje del fenómeno del uso de las plataformas on line y operamos bajo un sistema de creencias que lejos de empoderarnos, nos limitan.

Es necesario entonces generar estrategias para vencer la resistencia al cambio y humanizar las conexiones virtuales logrando un mayor impacto en las audiencias. Es necesario rendirnos al “no saber” y empoderarnos frente a la nueva realidad.

Está comprobado que a medida que enfrentamos nuestros miedos y avanzamos en el aprendizaje, la resistencia disminuye dando paso a nuestro a un mejor desempeño personal y profesional. Prepararse es  una cuestión de respeto y una ventaja competitiva que se irá afinando a futuro como un factor diferencial o indicador de excelencia.

¿Qué harás tú frente al cambio tecnológico? Ahora mismo ¿Qué te impide avanzar a dar esa conferencia en la red, o celebrar reuniones que destaquen por su efectividad? Si te interesa el tema, hazme saber tus inquietudes, ya sabes, estoy a un click de distancia.