Gambito de dama, más allá del ajedrez (Los 7 Hábitos de S. Covey en la práctica)

El ajedrez es una de mis áreas de ignorancia, no entiendo ni “a” del mismo así que ¿por qué habría de interesarme una serie con una temática central basada en este juego como «Gambito de Dama» (Netflix)?

Gambito de dama / Netflix

Bien, debo decir, que, ante la buena crítica y por recomendación de varios amigos (as) decidí verla y me enganchó. No salí experta en ajedrez, ni con ganas de jugarlo, mas si admirando ese mundo que no conozco y me luce reservado para gente brillante. Amé la trama completa por ser riquísima en cuanto a códigos de comunicación, el modelaje de valores como la integridad y claves para la gestión emocional efectiva.

Ya saben que comparto lo que me gusta y me parece extraordinario, así que antes de que se enfilen a ver cualquier título y resulte un fiasco les comento que esta es una de las mejores opciones. Hace rato está en la red y creanme, lo que justifica el enganche no es precisamente el ajedrez. 

La serie es exquisita, con una estética impecable, bien dirigida, espectacularmente producida, no ahondaré en eso, so pena de meterme en el terreno de los críticos. Más en cuanto al guión cinematográfico, les ratifico que el eje central de la trama no es el ajedrez, sino los valores humanos que conlleva la auto-superación, tema explorado ampliamente en muchas películas, pero que aquí alcanza cotas de excelencia.

Gambito de Dama (The Queen’s Gambit) versa sobre el drama personalísimo de una chica huérfana que rompe el cliché tradicional de la pobre niña víctima de las circunstancias. Es una historia de vida que plasma cómo el mundo emocional de una persona es determinante de su éxito o fracaso y como el trabajo personal, las victorias privadas, cómo luchar con una adicción o ganar dominio personal y autodisciplina, pueden llevar a una victoria pública construida sobre la genuina interacción humana. Tema hábilmente tratado por Stephen Covey en su Best-seller, «Los 7 Hábitos de la Gente altamente efectiva” y que constituye la columna vertebral del liderazgo moderno.

Nada de «Anita la huerfanita»

Cómo dije antes, la trama rompe de entrada con el prototipo tradicional de la niña huérfana, abusada, irrespetada, resentida. No hay preponderancia en el drama aquí. Beth Harmon, la protagonista, tiene un don especial, es aspiracional (ambiciosa), determinada, autosuficiente, de inteligencia suprema. A su vez es proactiva, resiliente, compasiva, agradecida, íntegra y moralmente correcta (Vaya que necesitamos más de eso en el mundo actual).  Ella encuentra en el ajedrez una extraordinaria zona de confort detrás de la cual oculta una tremenda desconexión de su mundo emocional cuyas causas obedecen a una serie de sucesos desafortunados de su niñez, pero que supera con creces capítulo a capítulo terminando con un rotundo éxito.

El Miedo y la fidelidad al sistema de creencias 

A la luz de la neurobiología de las emociones, detrás de su excesivo autocontrol habita, de manera recurrente, el miedo gigantesco a mostrar vulnerabilidad. Ese excesivo control se convierte en una olla de presión que solo encuentra escape en los excesos, como una manera desesperada de rescatarse, pero paradójicamente queda en evidencia su soledad, su incapacidad de conectar e interrelacionar efectivamente con otros fuera del mundo del tablero de ajedrez. Esto se mantiene al menos en los primeros 5 capítulos.

Otra de las cosas que me enganchó fue el ver cómo se comporta la fidelidad suprema hacia los paradigmas, hacia un sistema de creencias, el cual, a pesar de todo, puede llevarte al éxito aun a costa de ti mismo, pero si y solo si, eres capaz de desafiarlo y rescatar la conexión íntima 

Beth construyó una coraza para protegerse de un mundo masculino que la negaba. En ese cerco emocional, anuló la vulnerabilidad como posibilidad de salvación. Más no se quedó ahí, se vence a sí misma en el momento mismo que asume la responsabilidad de su vida. Extraordinaria su forma de ser proactiva y de hacerse con la ayuda que necesitaba para ir en pos de sus objetivos, logrando construir relaciones genuinas y cooperativas que le facilitan el camino al éxito. Un tratado sobre la sinergia y cooperación.

El Código del Vestir: la Imagen personal que empodera. 

Bajo la mirada de la comunicación no verbal, disfruté al máximo los códigos visuales:  La Imagen como eje diferenciador y símbolo de poder. La preponderancia del “Código de vestir” para lograr aceptación, validación y admiración.

Una de las primeras cosas que hace Beth al recibir su primer pago al ganar un torneo, es comprar un outfit ganador, ello por estar conscientes de que el mundo al que se enfrentaba estaba dominado por hombres mayores de quienes debía ganar el respeto

El Outfit de Beth es elegido cuidadosamente por ella. Es un signo de seguridad, confianza y éxito que la empodera frente al masculino, impresiona, la coloca “a nivel”. El uso de este elemento, coexiste de forma recurrente en la trama y se corona en la escena final, con un extraordinario traje blanco, que apoya al 100 por ciento la narrativa cinematográfica de la victoria pública.

El Lenguaje gestual es un protagonista indispensable en la serie. 

Ni hablar del uso consciente de la gestualidad en la serie. La interioridad de cada jugador expuesta en el juego y sus emociones son mostrados magistralmente a travé del lenguaje cinematográfico, creando en el espectador una inmediata conexión. 

La expresión consciente e inconsciente en los músculos faciales, la forma de dar la mano, la postura de los pies, el porte y el gesto delicado de la protagonista que resalta su feminidad en un mundo de «hombres grandes». La mirada adquiere un significado supremo. Hasta la dentadura de uno de los contrincantes adquiere relevancia en la trama, son elementos que conforman todo un sistema en el que todo comunica y puede ser usado a favor o en contra al momento de disputar el triunfo en el tablero.

Los capítulos 6 y 7 son una oda al triunfo de los valores humanos: la compasión, la amistad, la solidaridad, el perdón. Aquí queda claro lo importante de contar con un sistema de apoyo, recurrir a los afectos, la familia de la forma que sea, la integridad y la capacidad de dar y recibir apoyo,  la disciplina, el cumplir compromisos, a pesar de todo. 

Una vez restituido el sentir, una vez se rescata el mundo relacional de Beth, lo cual ocurre en el capítulo 6,  la conexión íntima y el poder personal surge sin necesidad de estímulos externos. Termina la serie con una Beth crecida en el triunfo que celebra con un increíble gesto de humildad. El mensaje de las últimas escenas es contundente.

Ame los quiebres, el mundo interior y la forma de gestionar las emociones. La serie logra mantener el suspenso haciéndola digna de un maratón frente a la tele. El final es emocionante.

En fin, como los Hábitos de Covey, son 7 capítulos que se disfrutan y dejan profundas enseñanzas para quienes la quieran ver. La recomiendo a quienes como yo la hayan desechado a las primeras por creer que es solo para practicantes del ajedrez, es mucho, pero mucho más que eso. 

Recuerda, hablamos de comunicación y estrategias, para ello estoy a un click de distancia.

Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen Covey.

Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen Covey presentes en la serie Gambito de Dama (Netflix)

  1. El hábito de la proactividad nos da la libertad para poder escoger nuestra respuesta a los estímulos del medioambiente. Nos faculta para responder de acuerdo con nuestros principios y valores. En esencia, es lo que nos hace humanos y nos permite afirmar que somos los arquitectos de nuestro propio destino.
  2. Comenzar con un fin en mente hace posible que nuestra vida tenga razón de ser, pues la creación de una visión de lo que queremos lograr permite que nuestras acciones estén dirigidas a lo que verdaderamente es significativo en nuestras vidas.
  3. Poner primero lo primero nos permite liberarnos de la tiranía de lo urgente para dedicar tiempo a las actividades que en verdad dan sentido a nuestras vidas. Es la disciplina de llevar a cabo lo importante, lo cual nos permite convertir en realidad la visión que forjamos en el hábito 2.
  4. Pensar en Ganar-Ganar nos permite desarrollar una mentalidad de abundancia material y espiritual, pues nos cuestiona la premisa de que la vida es un “juego de suma cero” donde para que yo gane alguien tiene que perder.
  5. Buscar entender primero y ser entendido después es la esencia del respeto a los demás. La necesidad que tenemos de ser entendidos es uno de los sentimientos más intensos de todos los seres humanos. Este hábito es la clave de las relaciones humanas efectivas y posibilita llegar a acuerdos de tipo Ganar-Ganar.
  6. Sinergizar es el resultado de cultivar la habilidad y la actitud de valorar la diversidad. La síntesis de ideas divergentes produce ideas mejores y superiores a las ideas individuales. El logro del trabajo en equipo y la innovación son el resultado de este hábito.
  7. Afilar la sierra es usar la capacidad que tenemos para renovarnos física, mental y espiritualmente. Es lo que nos permite establecer un equilibrio entre todas las dimensiones de nuestro ser, a fin de ser efectivos en los diferentes papeles (roles) que desempeñamos en nuestras vidas.

Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen Covey.

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