¡Cuidado! ¡Tu postura corporal lo revela todo!

Nuestro cuerpo es la más poderosa herramienta para hacer sentir nuestra presencia en el mundo físico, de allí que usarlo conscientemente, determinará el logro de los objetivos más importantes de nuestra vida.

Amy Cuddy, psicóloga, investigadora de Harvard y autora del Libro “El Poder de la Presencia”, un imprescindible para los analistas de lenguaje no verbal, se dedicó a investigar cómo las posturas poderosas que adoptamos son capaces de generar cambios fisiológicos, psicológicos y conductuales en los seres humanos.

La premisa central de su trabajo es que el cuerpo influye en la mente y la mente influye en la conducta haciéndonos sentir más o menos poderosos, seguros y asertivos.

UNA LARGA LISTA DE EXPERIMENTOS Y EVIDENCIAS…

A través de varios experimentos, el equipo de investigadores liderados por Cuddy conminó a los participantes a emular posturas de alto y bajo poder, llegando a la conclusión de que las posturas corporales expansivas, abiertas generan emociones positivas, mayor asertividad, menor ansiedad y mayor capacidad de asumir riesgos.

Una postura expansiva o de “alto poder” es aquella en la que el cuerpo ocupa más espacio, los brazos y las manos están separadas del tronco. Las posturas de “bajo poder” por el contrario, son contractivas, cerradas y contenidas.

Adoptar una postura expansiva, nos hace lucir más seguros y confiables. “Al expandir tu cuerpo, también tu mente se expande y ello genera mayor presencia”.

Lograr presencia es entonces esencial. “La Presencia es ese estado que surge naturalmente cuando nos sentimos poderosos y en el cual nuestras expresiones faciales, posturas y movimientos están en perfecta armonía”, dice Cuddy. Al estar presentes, el mensaje que lanzamos al mundo genera empatía inmediata y ello impacta positivamente las relaciones. Lo contrario a no tener presencia, es mostrar posturas contraídas que dejan ver: nerviosismo, inseguridad y falta de entusiasmo.

INCLUSO SI INDUCES O FINGES LA POSTURA, ESTA ENVIARÁ SEÑALES AL CEREBRO

En un experimento a varias personas simulando una entrevista de trabajo en condiciones de alto estrés, en la que se hicieron pruebas hormonales a la entrada y a la salida de la reunión, la investigadora obtuvo evidencias sobre quienes  el uso de posturas corporales erguidas, con el mentón alineado en el centro de los hombros, expansivos con brazos abiertos y pies separados al mejor estilo de la “Mujer Maravilla” o “Superman”, resultaron más positivos, optimistas y confiados, siendo escogidos para ser contratados por sus seleccionadores de recurso humano, en detrimento de aquellos que asumieron posturas cerradas, encorvados y contraídas.

Los hallazgos demostraron, que la postura del cuerpo adoptada al momento de relacionarte con otros, provoca cambios hormonales que impactan al cerebro. Demostró como aquellos candidatos que exhibieron posturas corporales de poder al estar en condiciones de tensión mostraban altos niveles de testosterona (hormona de la dominación), y bajo cortisol (hormona del estrés), siendo este un perfil hormonal asociado con un alto grado de asertividad y un bajo grado de ansiedad.

Señala que las posturas se presentan de manera inconsciente muchas veces, pero incluso, si adoptas una postura de poder falsa e incluso si finges alguna, te sentirás poderoso y lograrás cambiar los resultados en tus relaciones. “mostrar una actitud de seguridad, aún sintiéndose inseguro— pueden alterar los niveles cerebrales de testosterona y cortisol, e incluso mejorar nuestras probabilidades de éxito”.

Los estudios de Cuddy son un aporte muy valioso con aplicaciones prácticas que han impactado la vida de miles de personas, pues conmina hacerse cargo del cuerpo, del lenguaje no verbal para modificar la forma como nos percibimos a nosotros mismos y desde allí mejorar nuestros niveles de desempeño a la hora de comunicarnos.

 ¿Cómo te serviría saber y aplicar esto, si antes de enfrentarte a ese juez que te intimida, a tu próxima conferencia o la reunión de inversionistas, a la entrevista de trabajo, prueba a pararte erguido, expandir tus brazos y mostrar una sonrisa auténtica, si nos guiamos por los resultados de la investigación de Cuddy, pues lo más seguro es que pongamos el tablero a nuestro favor?

MANTENTE ERGUIDO: BENEFICIOS DE UNA POSTURA CORPORAL DE ALTO PODER O  EXPANSIVA

  1. Aumenta tu sensación de poder
  2. Proyecta confianza y optimismo
  3. Disminuye  la sensación de estrés y reduce los nervios
  4. Mejora tu autoimagen
  5. Favorece la asertividad, la acción y la tenacidad ante los retos.
  6. Fortalece el cuerpo y lo ayuda a mantenerse centrado

Referencia Bibliográfica:

«Presence: Bringing your boldest self to your biggest challenges» de Amy Cuddy.

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