Clima laboral, productividad y reputación empresarial: claves para construir una buena imagen

Vivimos tiempos muy complejos, presionados por el tiempo, impactados por los vaivenes de la economía, enfrentados al reto de ser cada vez más y más competitivos, en una zozobra permanente por la inseguridad, con crisis de autoestima, afectados por el estrés y cansados de tanta exigencia. Llegamos a la oficina y otra vez la misma escena, el mal humor, las malas caras, la indiferencia, el maltrato, el sueldo que no alcanza y el jefe con el que hace rato que no hablamos y que vemos solo en los videos del monitor de la sala de espera. Para colmo la empresa no tiene buenos resultados: «habrá recorte de personal» —dicen—. En el ínterin del rumor, llega una carta que te exige trabajar horas extras en navidad. Debes atender a un cliente que está insatisfecho y viene a reclamar, no estas de buenas pulgas, como le conoces le cuentas lo mal que te sientes, le recomiendas que se cambie de proveedor porque allí no podrán resolverle. Llegas a la casa y rompes a llorar, tu madre, tus hijos y tu pareja se unen al coro para despotricar de la empresa perversa, que te explota y maltrata por un sueldo mísero.

Esta escena que se repite en el resto de los hogares de quienes forman la fuerza laboral de la empresa es la peor campaña que puede enfrentar una organización: Los trabajadores, principales portavoces de la empresa, están emitiendo continuamente mensajes negativos y su acción tendrá un altísimo impacto sobre su reputación y su imagen haciendo muy difícil, casi imposible, mejorar la productividad y remontar las ventas.

Es evidente que las relaciones humanas impactan profundamente todo el entorno organizacional. Cuando estas relaciones son armoniosas en la esfera laboral, el efecto se siente inmediatamente y se traduce en productividad, efectividad e innovación. Se respira una sensación de libertad y  de crecimiento progresivo en todos los que forman parte de ese espacio. En cambio, cuando la tensión, la inseguridad, el mal trato y la conflictividad logran entrar en la oficina, los problemas pueden afectar gravemente a toda la organización al punto de impactar los resultados de su plan de negocios.

Este espiral puede expandirse sin control, porque la reputación y los resultados son victorias que se alcanzan primero en lo interno y luego de ser consolidadas allí es que, por lo general, se trasladan a la esfera pública. La reputación es uno de los patrimonios intangibles más preciados e importantes para cualquier empresa. La experiencia organizacional ha demostrado que contar con un equipo de trabajo en armonía y que se sienta feliz es de los primeros pasos a seguir para lograr una buena reputación y también los mejores resultados en términos de producción.

Un equipo de trabajo que reciba un intercambio justo por su desempeño, que tenga las posibilidades de expresarse libremente siendo escuchadas sus opiniones, que se sienta motivado a crecer profesionalmente, será un grupo laboral que se encargará de rendir al máximo en sus actividades y se esforzará por mantener en alto la reputación de la empresa impactando de manera positiva su imagen hacia las audiencias externas.

¡Alerta!

Cuando la armonía se pierde comienzan a sentirse rápidamente los efectos. La primera forma evidente se encuentra en la ruptura de la comunicación al iniciar los roces y tensiones entre los miembros de un equipo. La falla comunicacional aumenta las probabilidades de cometer errores laborales y por lo tanto, es un factor de riesgo para impedir el alcance de los mejores resultados.

Si no se superan de forma efectiva las incomodidades pueden generarse también imposiciones de ideas que afectan las funciones de los miembros del equipo y que responden a rencillas personales, olvidando los intereses de la compañía. De igual manera, puede pasar que se rechacen soluciones pertinentes a resolver problemas de la empresa, solo porque provienen de alguno de los bandos en conflicto.  En todos los casos descritos anteriormente se olvidan los principios de la empresa y el buen funcionamiento se afecta notablemente, volviéndose susceptible a la ocurrencia de situaciones que generen mala reputación organizacional.

Armonía en todo momento ¿cómo lograrlo en el espacio laboral?

Optimizar los resultados de una empresa pasa necesariamente por mejorar el clima organizacional. Para alinearse con este objetivo es imprescindible tener en cuenta las siguientes estrategias:

  • Feedback del equipo de trabajo: Entrenar a los supervisores para que además de señalar las fallas en las actividades, también sean capaces de destacar cuando una tarea es realizada a la perfección por algún miembro del equipo mejora en gran medida el ambiente laboral. Reconocer el talento del equipo de trabajo motiva a la superación y el crecimiento profesional.
  • Capacitación: Ofrecer buenas oportunidades para el aprendizaje y desarrollo de nuevas capacidades profesionales es una excelente forma de motivar al personal y promover la entrega de buenos resultados.
  • Inclusión de programas de Responsabilidad Social: La confianza fomentada en las buenas acciones y el sentido de pertenencia son dos valores a promover en cualquier empresa para mejorar el ambiente laboral. El desarrollo de programas de Responsabilidad Social son aliados para contribuir con esta meta, pues además impactarán en el alcance y crecimiento de la empresa.
  • Flexibilidad: Ser flexible ante situaciones personales que pudiese enfrentar el personal y permitirle sentirse respaldado por la empresa es una buena estrategia para crear pertenencia.
  • Dotación necesaria: Contar con los recursos suficientes para el cumplimiento de cada actividad forma parte de la motivación para el desarrollo de un clima organizacional armonioso.

Fuentes consultadas

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