A VINCENT, COMO A MI, NOS GUSTA EL AMARILLO

Mi experiencia inmersiva con Van Gogh

Vincent Van Gogh
El autorretrato. Museo d’Orsay de París

Finalmente fui a la experiencia inmersiva de Van Gogh que se presenta por estos días en Caracas, haciendo caso omiso a la mala critica que ha circulado en redes sociales por no tener la grandilocuencia y los estándares de calidad con los que se ha presentado en otras latitudes, mas, a mí, la puesta en escena me conectó.

Sintonicé con la historia del loco, poeta, pintor que ya había conocido una vez fugazmente en 2010, de paso por el Moma de NY y «La noche Estrellada2 se quedó entonces en mi memoria, así que ¿cómo no verla aquí en mi ciudad? Guardé el celular y me dediqué a “PERCIBIR, PERCIBIR”, lo que es, sin juicio alguno, en modo “Be here now” como ando últimamente.

Girasoles. National Gallery

SOLEDAD, GENIO y LOCURA

Me reconocí en la soledad que habita el alma de un creador de traslúcida sensibilidad, capaz de percibir la esencia de las cosas cotidianas y captar la sublime belleza en cada una de ellas. El cielo con sus nubes, una mesa, una silla, un hombre, una mujer, una flor, el trigal, los pájaros, las estrellas, una habitación dibujada con sentido y propósito y casi que sin juicio…

A ver las imágenes de “la noche estrellada” me perdí en la remembranza de los cielos despejados e insondables de mi pequeño pueblo de oriente o en la Gran Sabana donde mi amigo Gus me contaba historias consteladas del firmamento, un lugar donde el cielo es más profundo y se queda corto para la infinitud de estrellas y digo yo, que es por eso que muchas intentan bajar perdiéndose en lo fugaz.

Me conecté con el artista que se retrata asimismo como una búsqueda incesante de “¿Quién soy?, como él, yo me la paso también en eso… me conecté con ese ser que expresa “la gente dice, y estoy dispuesto a creerlo, que es difícil conocerse a uno mismo…pero tampoco es fácil pintarse uno mismo”.

Me imbuí en imágenes simples de gente real. El retrato del «cartero» del pueblo, que le atendía cuando le enviaba las cartas a su hermano Theo…a ese que plasmó varias veces en el lienzo para contar su cotidianidad y que describió como “un hombre que no es amargado, ni melancólico, ni perfecto, ni feliz y tampoco siempre perfectamente honesto. Pero un tipo tan bueno, tan sabio, tan sensible y tan fiel”.

Había muchas más frases atribuidas a Vincent en la sala, pero me atraparon estas por simples “No sé nada con certeza, pero ver las estrellas me hace crecer”,  “Sueño con pintar y luego pinto mi sueño”

La Noche Estrellada. MUseo de Arte Moderno de New York.

LA RARA CORDURA DE UN LOCO

Me encantó la historia de su espíritu y su mente atormentada que lo llevo a mutilarse una oreja tras sus líos con Gauguin, la relación bonita con su hermano…el reconocerse asimismo “loco” y exhibir la rara cordura de internarse asimismo en un manicomio y desde allí crear lo más sublime, una forma quizás de “apagar el afuera” tan exigente y demandante.

Ejercer la genialidad conlleva siempre una extraña locura, en caso de Van Gogh, una creativa y maravillosa locura. El alma inquieta de los seres inquietos, a ratos se llena de hastío y penumbra. La soledad inconmensurable se vuelve un blackout para los cobardes, pero para los genios, para estos, se transforma en un prisma que multiplica los colores en la mente. Vincent los dejaba salir en formas de ondas vibrantes con mezclas de turquesas, naranjas, rojos, azules, amarillos, el color del olivo, de los tulipanes y los lirios. Que bonito lo que tenía dentro de sí, que mágico mundo iluminado habitaba en su soledad…

Amé ver aparecer en la gran pantalla giratoria de una sala X, inundada de una música inspiradora imágenes que saltaban y pululaban por toda la sala. Molinos girando, círculos sinérgicos rebotando y un ciprés que les da paso…Cuervos en travesía a un horizonte sin salida, los amarillísimos girasoles para la habitación de Gauguin, los lirios, el sol, el trigal y su contraste con el cielo azul profundo…el bosque con sus luciérnagas, el viento, las mesas y sillas. Yo, en perfecta comunión, me invadió un torbellino de emociones al ver las mariposas amarillas. me desbordé y sentí correr las lágrimas como una señal de los seres de luz que me acompañan siempre. (Me pasó en una escena de “Encanto” de Disney)

En fin, descubrí que, a Vincent, como a mí, nos gusta el amarillo. A Vicent, como a mí, a veces nos gana la tristeza más la sacamos a pasear acompañados de las mariposas en mundos paralelos que se pierden en el infinito cósmico y desde allí creamos.

Vicent decidió porque si, perderse entre estrellas giratorias de nubes insondables y volar al vacío infinito donde los seres se vuelven inmortales…y se quedan para siempre…Vincent Van Gogh…vale la pena conocerlo… La exposición, para muchos irrelevantes, se quedará en El Hotel Tamanaco por unos días más…algo diferente al barullo de la rumba decembrina…y si no pueden asistir hay una galería de Van Gogh en línea espectacularisisima!..

Donde ver el arte de Van Gogh

“Esta vez se trata de mi dormitorio, todo depende aquí del color y de sugerir las ideas de reposo o sueño dando, por simplificación, mayor vastedad al conjunto. La contemplación del cuadro debe proporcionar descanso a la mente, o mejor dicho a la imaginación. Las paredes son de tono violeta claro y las sillas de un amarillo de mantequilla fresca, las sabanas y almohadas de un verde limón claro, el cubrecama rojo escarlata, la ventana verde, la mesa en que están las cosas con que me lavo, anaranjada, la jofaina azul, las puertas lila…”. V. Van Gogh.

Donde ver el arte de Van Gogh

En The National Gallery de Londres,

Museo van Gogh de Ámsterdam

Museo de Arte de Filadelfia. Art Institute de Chicago y en el Museo d’Orsay de París.

Museo de Arte Moderno de Nueva York (aquí la original de la “Noche Estrellada” en el piso 5)

Museo Metropolitano de Arte neoyorkino.

En línea:

https://www.vangoghgallery.com/misc/quotes.html

https://www.moma.org/collection/works/79802

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